Gracias a la "visita" de la bloody old woman (mi abuela, obvio) la paciencia de muchas personas, se ve puesta a prueba. Entre ellos, las personas de mi círculo familiar y otras como tíos, tías, primos y primas, novios de dichas personas, parejas, sex toys, vecinos, encargados de edificios y todo ser (incluidos los animales) que se acerque a la vieja.
Porque la vieja que se hacía la mosquita muerta, la víctima, la incomprendida, la "el mundo contra mí", la pobrecita, se ha cansado de ese papel y decidió ser "ella misma".
Nos hubiese encantado que siguiera fingiendo que es simpática y buena persona, porque al menos jodía pero no tanto. Pero no, parece que se cansó y desde hace algunos días de la pasa molestando a todo el mundo.
Estamos en confianza así que hablemos en criollo: Nos rompe soberanamente las pelotas a todos, incluso a las personas que por cosas de la naturaleza carecemos de dichas gónadas.
Como este odioso, detestable, despreciable, abominable, aborrecible, antipático y repelente ser anda de casa en casa porque no tiene nada que hacer, y hasta que se alquile algo (que hasta el próximo mes parece que esto va a ser imposible) nuestra paciencia llega a su límite y muchas veces la sobrepasa.
Hoy, nuestra familia tuvo el desagrado de contar con su presencia.
La señora que trajo al mundo a mi mamá, llegó a casa temprano. Claro, si se levanta a las 5 de la mañana (sí! a las 5!). Y como no le importan los demás (a esta altura ya se deben haber dado cuenta) a las 6:00 ya estaba tocando el timbre de casa.
A ver... en casa todos trabajamos pero nuestro lugar de trabajo queda justo al lado de casa y abrimos a las 8. Así que a esa hora no estamos despiertos ni de casualidad. O si lo estamos es porque nos levantamos para ir al baño. ¿Para qué nos vamos a levantar a las 6:00 si podemos levantarnos 7:30, bañarnos, desayunar y llegar al trabajo fresquitos y de buen humor?
Obviamente hoy no sucedió eso. Ya que la vieja, a las 6:00 ya estaba con su dedo gordo, arrugado y chueco pegado al timbre y no se despegó de ahí pasados 10 segundos como para asegurarse de que todos nos hubiésemos enterado de su llegada. ¡Vieja turra, es obvio que lo hace a prepósito!
Obviamente la que se levantó a abrirle fue mi mamá.
Cuando una persona sabe que al bajar las escaleras que van de su habitación al comedor se va a encontrar con uno de los seres más repulsivos que la naturaleza ha creado no se levanta de buen humor. Sobre todo si sabe que ese ser va a tratar de hacerle la vida imposible, porque a esta altura ya sabemos que eso está en su naturaleza. La vieja de mierda lo disfruta, es obvio.
Así que cuando salí de bañarme, me miré al espejo y me dije: "Ok, la bloody old snake está debajo y se va a quedar varias horas. Lo que a ella le gusta es sentirse con poder, hacer sentir mal a la gente y sentirse impune porque es vieja y porque es la madre de mi madre. Una vieja de mierda, sí, pero la mamá de mi mamá a quien adoro y no me gusta hacer sentir mal y la única razón por la cual me contuve de romperle la cara varias veces (sí, así como suena). Entonces, como no quiero que se arme la podrida, voy a ignorarla o a servirme de mi sarcasmo tanto como me sea posible para que mi mamá no se sienta mal y además porque eso me divierte mucho. Y así mato a dos pájaros de un tiro. La vieja se queda con la sangre en el ojo porque lo que a ella le gusta es ver enojada a la gente y yo me divierto porque se que por dentro se está muriendo de bronca".
Bueno, me dije algo así.
Así, que al terminar de arreglarme, bajé la escalera con una tremenda sonrisa que la vieja no esperaba ver, porque la mayoría de las veces que la veo le pongo cara de asco o de "no te rompo la cara porque no quiero problemas" (y ganas me sobran, pero ya contaré el porque en otro post, y les adelanto que son razones muy fuertes, no es por simple capricho o de exagerada que soy).
Saludé a todos, a mi mamá y a mi papá con beso y abrazo como siempre (soy re cargosa con mis viejos desde chica y no pienso cambiar), a mi hermano más chico que recién había llegado también y a mi otro hermano. A mi abuela solo le regalé un "hola" y una palmada en la espalda, como quien pasa por al lado tuyo y te mata un mosquito. Automáticamente fui y salude a mi perro con beso en la frente y abrazo y el usual "hola perito!" (sí, "perito" y no perrito. Le digo así de cariño).
Esto le causó mucha gracia a mi papá que sabe el amor que siento por mi perro y ninguna a mi abuela, porque sabe muy bien que prefiero a mi perro y que como le dije una vez, en caso de hundimiento de barco y si hubiese un solo lugar en un bote al tener que elegir entre mi perro y ella ya saben quien ocuparía ese lugar.
Eso se lo dije cuando tenía unos 11 o 12 años. El lugar sigue reservado para mi cuadrúpedo amigo por supuesto.
El desayuno transcurrió sin altercados, charlamos mientras miramos un canal de noticias, como siempre, y yo hacía de cuenta que la vieja no estaba ahí. Incluso le pasé una tostada con dulce de leche a mi hermano delante de su cara.
Terminamos de desayunar, nos levantamos y salimos por la puerta que da a nuestro lugar de trabajo. Esa puerta separa dos mundos totalmente diferentes. El de mi casa que es un lugar muy tranquilo y el del trabajo donde hay máquinas ruidosas (es una imprenta), computadoras encendidas, gente de acá para allá yendo y viniendo, a veces corriendo y sobre todo gente concentrada en su trabajo.
En casa hay dos entradas, una que da a la oficina donde estamos mi papá, uno de mis hermanos y yo, y otra que da a los talleres donde están mi otro hermano y los empleados. La puerta de la oficina es de libre acceso a quienes entren por casa. La otra no. Por ahí solo entramos nosotros o gente autorizada por nosotros, porque están las máquinas y puede tornarse peligroso para quienes no conozcan el lugar.
Es más, en esa puerta hay un cartel que dice "PROHIBIDA LA ENTRADA A PERSONAS NO AUTORIZADAS". Es el mismo cartel que está puesto en la otra entrada, la que ve una persona que ingresa por la entrada principal, o sea, la que da a la calle.
El lugar no es taaaan peligroso, pero está puesto por precaución, porque es obvio que alguien que pase y no conozca las máquinas no va a ir a meter la mano o a tocar algo, pero si hay algo que sobra en este mundo es gente boluda o curiosa y nunca se sabe lo que puede pasar.
Otra de las razones por las cuales pusimos el cartel es para que no entre gente molesta. Como la persona de la cual vengo hablando.
Es un cartel muy simple que entiende cualquier persona que sepa leer y tenga 2 dedos de frente. Bueno, parece que esta señora hubiese leído "PASA IGUAL, TOTAL LOS QUE ESTAN DEL OTRO LADO ESTAN AL PEDO Y LES VA A ENCANTAR TENERTE A VOS EN MEDIO DEL TALLER ROMPIENDO LAS PELOTAS".
Si hay algo que no soportamos es que nos vengan a molestar cuando estamos trabajando y estamos apurados. Si estoy trabajando relajada no me molesta que venga nadie. Varias veces trabajamos tomando mates y si viene algún conocido lo invitamos a la oficina y no hay problema. Ahora, si estoy apurada suelo ignorar a la gente, pero antes les aviso que disculpen que no les de mucha bola pero estoy apurada. O sea que aunque esté trabajando bajo presión el trato es bueno con todo el mundo. Salvo con la víbora, quien nunca es bienvenida.
Así, que a los 15 minutos de estar trabajando, la vieja se apareció por el taller.
La recibió mi hermano que la quiere tanto como yo y le dijo: "¿Abuela (él todavía la llama abuela), no sabes leer? No podes pasar por acá y menos con esa pollera. Mira si te la enganchas con algo. Pasa por el otro lado."
Mi hermanito menor que es como yo pero, alto, sin tetas, con barba de pocos días, pajarito en lugar de cotorrita y voz gruesa; la versión masculina claro está, y por lo tanto siente un respeto por esta mujer que yo, por ser del mismo sexo y por saber que no es tan frágil como le quiere hacer entender a los demás, no le tengo.
Pero la trata bien por eso, y porque es la madre de nuestra madre. Digamos que si mi abuela fuese hombre ya le hubiese roto la cara hace bastante.
Así que le dijo eso, y viniendo de él, eso es algo así como que le haya dicho: "Abuelita, tené cuidado. ¿Por qué no pasas por la otra puerta que es menos peligroso? No quiero que te lastimes con algo".
El taller se comunica con la oficina también por una ventana y como estaba abierta pude escuchar todo con lujo de detalles.
Ni lerda ni perezosa la vieja dio media vuelta y mudita se dirigió a la otra puerta.
Claro, por la otra entrada estaba yo, y fue la 1er persona a la que vio al pasar.
Sin decirle nada, giré la silla y me quede mirándola fijo con cara de "¿En qué te puedo ayudar?", pero con la expresión que ponen los trabajadores de la Municipalidad de San Martín que no tienen ganas de hacer nada y te miran como si fueses a interrumpir su arduo trabajo que en realidad la mayoría de las veces consiste en tomar mate y comer galletitas.
Antes de que sigan leyendo debo advertirles que a continuación se encontrarán con "lenguaje adulto". Sepan que no siempre soy así, pero los diálogos con mi abuela son la muestra de lo que soy cuando ya no tengo paciencia (cosa que pasa muy pocas veces, salvo con ella que me hartó hace mucho).
Como la vieja no decía nada y se había puesto a recorrer la oficina con la vista como si fuese la primera vez que se encontraba ahí y ante la cara de mi hermano que ya estaba sonriendo porque sabía que yo algo le iba a decir, hablé de nuevo:
Gioconda: (con tono bien seco) ¿Necesitas algo?
Bloody snake: No, no, solo vine a mirar (con tono de "¡Yo no hice nada!")
Hermano de Gioconda: (hablándome a mí de trabajo como si no hubiese nadie más con nosotros) Fijate que Fulanito está conectado y me dijo que te va a mandar las modificaciones que quiere para el logo nuevo.
Gioconda: Ok!
B S: (dirigiéndose a mi hermano) ¿Estás trabajando?
H de G: Sí, abuela... (tono de "¿No ves?")
B S: (esta vez dirigiéndose a mí) ¿¿¿Y vos???
G: No, yo me estoy rascando el felpudo. (Me criè entre hombres y a pesar de ser muy femenina puedo ser mucho mas guaranga cuando quiero, tomen esto como un chiste de salon).
Se escuchò la carcajada de mi otro hermano que había entrado a la oficina haciéndose el que buscaba algo pero lo conozco y se que entró para ver que le decíamos a la vieja, ya que la había mandado para sacársela de encima.
Seguimos con nuestras tareas como si nada. Mi papá se había ido a ver a unos clientes y mi mamá estaba en casa, o sea fuera del ámbito de la oficina.
Si hay un lugar donde una se siente impune de todo lo que pueda hacer o decir es ese lugar cuando las puertas están cerradas, ya que, del lado del taller no se escucha nada por el ruido de las máquinas y en la casa tampoco porque hay un pasillo en el medio. Así que si la cosa se ponía pesada yo podía decir lo que se me diera la gana sin que se sintiera mal mi mamá.
La vieja como pancho por su casa cruzó la oficina y se dirigió al taller. Para ese entonces las máquinas ya estaban en funcionamiento y había bastante ruido. Yo la seguí con unos papeles en la mano haciéndome la que necesitaba algo de ahí, con el único objeto de pescarla in fraganti para sacarla zumbando de ahí. Era lo único que quería. Que se mandara alguna para echarla con razón y que no volviera más a molestar.
Siempre la oficina fue mi lugar de escape cuando no quería estar en casa si había visitas insoportables. En realidad son dos los lugares: la oficina y mi habitación. Pero una queda mejor si se hace la que trabaja cuando no puede poner de excusa el estudio. Y no iba a permitir que nadie invadiera mi lugar, mucho menos la bloody snake.
Se ve que hoy los astros estaban a mi favor y todos los planetas alineados perfectamente.
Lo único que yo quería era que la vieja me diera una buena razón por más pequeña que fuese para expulsarla de mi territorio y que no volviese más.
Y se lo hice saber...
B S: ¿Me estás vigilando?
G: Ni más ni menos...
B S: Si tantas ganas tenés de que me vaya echame.
G: Dame una razón y tus deseos serán ordenes.
Muy de película, sí. Es que me encantan estos diálogos. Con esta vieja de mierda me siento Beatrix Kido en Kill Bill intercambiando dardos con Vernita Green antes de matarla clavándole un cuchillo en medio del pecho.
Mi hermano más chico, pasó entre nosotras para volver al taller y murmuró: "Che, Gioco, deberíamos poner un cartel que diga ALTA TENSION acá, no? jeje". Un amor mi hermanito.
Si alguna vez buscan a alguien que calme las cosas no tienen que llamarlo a èl. El no sirve para eso.
Como dije, los astros estuvieron de mi lado y tuve la oportunidad que yo tanto ansiaba.
La víbora quiso pasar entre dos máquinas de curiosa que es, porque nunca la dejamos entrar ahí. Como no es ninguna boluda, cuando está mi papá ni se acerca al taller, pero en se momento él no estaba, así que haciéndose la rebelde como si fuese una pendeja hincha pelotas que solo quiere molestar para ver que pasa o llamar la atención, pero más patética aún porque es vieja, quiso pasar entre dos máquinas que sirven para abrochar y se enganchó la pollera.
No pasó nada porque la máquina en la cual se enganchó estaba apagada y de haber estado encendida a lo sumo la hubiese dejado en bolas, pero no más que eso.
La que sí estaba encendida era la otra.
Igualmente, no desperdicié la oportunidad y le grité: "¿Sos sorda o boluda? ¿No te dijimos que no podías entrar al taller con esa pollera? ¿Vos queres que la máquina te rompa una pierna?".
En el taller todos sabemos que "la rompe huesos" es otra máquina, que sin exagerar te los puede romper como si fuesen de madera balsa. Ese tipo de máquinas, a lo largo de la historia de la imprenta se ha cobrado varias falanges, metacarpos, trapecios, e incluso huesos de ante brazos. O sea que este tipo de máquina impresora (una de verdad, no de las que todos tenemos en casa) no es moco de pavo.
Mis gritos hicieron venir a mis dos hermanos. Cuando preguntaron que había pasado les dije que la vieja se había enganchado con una de las abrochadoras y que de haber sido otra máquina seguramente le hubiese pasado algo más grave.
Mi hermano del medio le dijo: "¿Vos sos loca?" Sabes bien que no podes entrar acá. ¿Cómo hay que decírtelo para que entiendas?".
Mi otro hermano se limitó a decir: "No, si parece que es sorda. Yo le dije antes que no entrara al taller y no me dio bola".
La vieja quiso defenderse, diciendo: "Bueno, no paso nada".
El hecho de que quisiera minimizar las cosas me dio bronca y le dije: "Si a alguien le pasa algo acá adentro el problema es nuestro y por más vieja y pelotuda que seas si te pasa algo a vos, también. ¡Andá a la casa y dejate de romper las pelotas!"
Se hizo la enojada, o se enojó, no se ni me interesa, pero dio media vuelta y se fue por donde había venido.
Mi hermano del medio repetía: "¡Qué vieja boluda!" una y otra vez.
Y yo, con calma, porque la verdad es que nunca la había perdido, solo que aproveché la volada para echar a la vieja, le dije: "Ok, no more snakes!"
Se dio cuenta y le causó gracia.
Obviamente cuando vino mi papá le contamos lo que había pasado y a la hora del almuerzo se lo contamos a mi mamá también, quien como si la vieja fuese una niña de 5 años la retó de lo lindo y le dijo que no entrara al taller nunca más.
Cosa que prometió y cosa que va a tener que cumplir.
Porque la vieja que se hacía la mosquita muerta, la víctima, la incomprendida, la "el mundo contra mí", la pobrecita, se ha cansado de ese papel y decidió ser "ella misma".
Nos hubiese encantado que siguiera fingiendo que es simpática y buena persona, porque al menos jodía pero no tanto. Pero no, parece que se cansó y desde hace algunos días de la pasa molestando a todo el mundo.
Estamos en confianza así que hablemos en criollo: Nos rompe soberanamente las pelotas a todos, incluso a las personas que por cosas de la naturaleza carecemos de dichas gónadas.
Como este odioso, detestable, despreciable, abominable, aborrecible, antipático y repelente ser anda de casa en casa porque no tiene nada que hacer, y hasta que se alquile algo (que hasta el próximo mes parece que esto va a ser imposible) nuestra paciencia llega a su límite y muchas veces la sobrepasa.
Hoy, nuestra familia tuvo el desagrado de contar con su presencia.
La señora que trajo al mundo a mi mamá, llegó a casa temprano. Claro, si se levanta a las 5 de la mañana (sí! a las 5!). Y como no le importan los demás (a esta altura ya se deben haber dado cuenta) a las 6:00 ya estaba tocando el timbre de casa.
A ver... en casa todos trabajamos pero nuestro lugar de trabajo queda justo al lado de casa y abrimos a las 8. Así que a esa hora no estamos despiertos ni de casualidad. O si lo estamos es porque nos levantamos para ir al baño. ¿Para qué nos vamos a levantar a las 6:00 si podemos levantarnos 7:30, bañarnos, desayunar y llegar al trabajo fresquitos y de buen humor?
Obviamente hoy no sucedió eso. Ya que la vieja, a las 6:00 ya estaba con su dedo gordo, arrugado y chueco pegado al timbre y no se despegó de ahí pasados 10 segundos como para asegurarse de que todos nos hubiésemos enterado de su llegada. ¡Vieja turra, es obvio que lo hace a prepósito!
Obviamente la que se levantó a abrirle fue mi mamá.
Cuando una persona sabe que al bajar las escaleras que van de su habitación al comedor se va a encontrar con uno de los seres más repulsivos que la naturaleza ha creado no se levanta de buen humor. Sobre todo si sabe que ese ser va a tratar de hacerle la vida imposible, porque a esta altura ya sabemos que eso está en su naturaleza. La vieja de mierda lo disfruta, es obvio.
Así que cuando salí de bañarme, me miré al espejo y me dije: "Ok, la bloody old snake está debajo y se va a quedar varias horas. Lo que a ella le gusta es sentirse con poder, hacer sentir mal a la gente y sentirse impune porque es vieja y porque es la madre de mi madre. Una vieja de mierda, sí, pero la mamá de mi mamá a quien adoro y no me gusta hacer sentir mal y la única razón por la cual me contuve de romperle la cara varias veces (sí, así como suena). Entonces, como no quiero que se arme la podrida, voy a ignorarla o a servirme de mi sarcasmo tanto como me sea posible para que mi mamá no se sienta mal y además porque eso me divierte mucho. Y así mato a dos pájaros de un tiro. La vieja se queda con la sangre en el ojo porque lo que a ella le gusta es ver enojada a la gente y yo me divierto porque se que por dentro se está muriendo de bronca".
Bueno, me dije algo así.
Así, que al terminar de arreglarme, bajé la escalera con una tremenda sonrisa que la vieja no esperaba ver, porque la mayoría de las veces que la veo le pongo cara de asco o de "no te rompo la cara porque no quiero problemas" (y ganas me sobran, pero ya contaré el porque en otro post, y les adelanto que son razones muy fuertes, no es por simple capricho o de exagerada que soy).
Saludé a todos, a mi mamá y a mi papá con beso y abrazo como siempre (soy re cargosa con mis viejos desde chica y no pienso cambiar), a mi hermano más chico que recién había llegado también y a mi otro hermano. A mi abuela solo le regalé un "hola" y una palmada en la espalda, como quien pasa por al lado tuyo y te mata un mosquito. Automáticamente fui y salude a mi perro con beso en la frente y abrazo y el usual "hola perito!" (sí, "perito" y no perrito. Le digo así de cariño).
Esto le causó mucha gracia a mi papá que sabe el amor que siento por mi perro y ninguna a mi abuela, porque sabe muy bien que prefiero a mi perro y que como le dije una vez, en caso de hundimiento de barco y si hubiese un solo lugar en un bote al tener que elegir entre mi perro y ella ya saben quien ocuparía ese lugar.
Eso se lo dije cuando tenía unos 11 o 12 años. El lugar sigue reservado para mi cuadrúpedo amigo por supuesto.
El desayuno transcurrió sin altercados, charlamos mientras miramos un canal de noticias, como siempre, y yo hacía de cuenta que la vieja no estaba ahí. Incluso le pasé una tostada con dulce de leche a mi hermano delante de su cara.
Terminamos de desayunar, nos levantamos y salimos por la puerta que da a nuestro lugar de trabajo. Esa puerta separa dos mundos totalmente diferentes. El de mi casa que es un lugar muy tranquilo y el del trabajo donde hay máquinas ruidosas (es una imprenta), computadoras encendidas, gente de acá para allá yendo y viniendo, a veces corriendo y sobre todo gente concentrada en su trabajo.
En casa hay dos entradas, una que da a la oficina donde estamos mi papá, uno de mis hermanos y yo, y otra que da a los talleres donde están mi otro hermano y los empleados. La puerta de la oficina es de libre acceso a quienes entren por casa. La otra no. Por ahí solo entramos nosotros o gente autorizada por nosotros, porque están las máquinas y puede tornarse peligroso para quienes no conozcan el lugar.
Es más, en esa puerta hay un cartel que dice "PROHIBIDA LA ENTRADA A PERSONAS NO AUTORIZADAS". Es el mismo cartel que está puesto en la otra entrada, la que ve una persona que ingresa por la entrada principal, o sea, la que da a la calle.
El lugar no es taaaan peligroso, pero está puesto por precaución, porque es obvio que alguien que pase y no conozca las máquinas no va a ir a meter la mano o a tocar algo, pero si hay algo que sobra en este mundo es gente boluda o curiosa y nunca se sabe lo que puede pasar.
Otra de las razones por las cuales pusimos el cartel es para que no entre gente molesta. Como la persona de la cual vengo hablando.
Es un cartel muy simple que entiende cualquier persona que sepa leer y tenga 2 dedos de frente. Bueno, parece que esta señora hubiese leído "PASA IGUAL, TOTAL LOS QUE ESTAN DEL OTRO LADO ESTAN AL PEDO Y LES VA A ENCANTAR TENERTE A VOS EN MEDIO DEL TALLER ROMPIENDO LAS PELOTAS".
Si hay algo que no soportamos es que nos vengan a molestar cuando estamos trabajando y estamos apurados. Si estoy trabajando relajada no me molesta que venga nadie. Varias veces trabajamos tomando mates y si viene algún conocido lo invitamos a la oficina y no hay problema. Ahora, si estoy apurada suelo ignorar a la gente, pero antes les aviso que disculpen que no les de mucha bola pero estoy apurada. O sea que aunque esté trabajando bajo presión el trato es bueno con todo el mundo. Salvo con la víbora, quien nunca es bienvenida.
Así, que a los 15 minutos de estar trabajando, la vieja se apareció por el taller.
La recibió mi hermano que la quiere tanto como yo y le dijo: "¿Abuela (él todavía la llama abuela), no sabes leer? No podes pasar por acá y menos con esa pollera. Mira si te la enganchas con algo. Pasa por el otro lado."
Mi hermanito menor que es como yo pero, alto, sin tetas, con barba de pocos días, pajarito en lugar de cotorrita y voz gruesa; la versión masculina claro está, y por lo tanto siente un respeto por esta mujer que yo, por ser del mismo sexo y por saber que no es tan frágil como le quiere hacer entender a los demás, no le tengo.
Pero la trata bien por eso, y porque es la madre de nuestra madre. Digamos que si mi abuela fuese hombre ya le hubiese roto la cara hace bastante.
Así que le dijo eso, y viniendo de él, eso es algo así como que le haya dicho: "Abuelita, tené cuidado. ¿Por qué no pasas por la otra puerta que es menos peligroso? No quiero que te lastimes con algo".
El taller se comunica con la oficina también por una ventana y como estaba abierta pude escuchar todo con lujo de detalles.
Ni lerda ni perezosa la vieja dio media vuelta y mudita se dirigió a la otra puerta.
Claro, por la otra entrada estaba yo, y fue la 1er persona a la que vio al pasar.
Sin decirle nada, giré la silla y me quede mirándola fijo con cara de "¿En qué te puedo ayudar?", pero con la expresión que ponen los trabajadores de la Municipalidad de San Martín que no tienen ganas de hacer nada y te miran como si fueses a interrumpir su arduo trabajo que en realidad la mayoría de las veces consiste en tomar mate y comer galletitas.
Antes de que sigan leyendo debo advertirles que a continuación se encontrarán con "lenguaje adulto". Sepan que no siempre soy así, pero los diálogos con mi abuela son la muestra de lo que soy cuando ya no tengo paciencia (cosa que pasa muy pocas veces, salvo con ella que me hartó hace mucho).
Como la vieja no decía nada y se había puesto a recorrer la oficina con la vista como si fuese la primera vez que se encontraba ahí y ante la cara de mi hermano que ya estaba sonriendo porque sabía que yo algo le iba a decir, hablé de nuevo:
Gioconda: (con tono bien seco) ¿Necesitas algo?
Bloody snake: No, no, solo vine a mirar (con tono de "¡Yo no hice nada!")
Hermano de Gioconda: (hablándome a mí de trabajo como si no hubiese nadie más con nosotros) Fijate que Fulanito está conectado y me dijo que te va a mandar las modificaciones que quiere para el logo nuevo.
Gioconda: Ok!
B S: (dirigiéndose a mi hermano) ¿Estás trabajando?
H de G: Sí, abuela... (tono de "¿No ves?")
B S: (esta vez dirigiéndose a mí) ¿¿¿Y vos???
G: No, yo me estoy rascando el felpudo. (Me criè entre hombres y a pesar de ser muy femenina puedo ser mucho mas guaranga cuando quiero, tomen esto como un chiste de salon).
Se escuchò la carcajada de mi otro hermano que había entrado a la oficina haciéndose el que buscaba algo pero lo conozco y se que entró para ver que le decíamos a la vieja, ya que la había mandado para sacársela de encima.
Seguimos con nuestras tareas como si nada. Mi papá se había ido a ver a unos clientes y mi mamá estaba en casa, o sea fuera del ámbito de la oficina.
Si hay un lugar donde una se siente impune de todo lo que pueda hacer o decir es ese lugar cuando las puertas están cerradas, ya que, del lado del taller no se escucha nada por el ruido de las máquinas y en la casa tampoco porque hay un pasillo en el medio. Así que si la cosa se ponía pesada yo podía decir lo que se me diera la gana sin que se sintiera mal mi mamá.
La vieja como pancho por su casa cruzó la oficina y se dirigió al taller. Para ese entonces las máquinas ya estaban en funcionamiento y había bastante ruido. Yo la seguí con unos papeles en la mano haciéndome la que necesitaba algo de ahí, con el único objeto de pescarla in fraganti para sacarla zumbando de ahí. Era lo único que quería. Que se mandara alguna para echarla con razón y que no volviera más a molestar.
Siempre la oficina fue mi lugar de escape cuando no quería estar en casa si había visitas insoportables. En realidad son dos los lugares: la oficina y mi habitación. Pero una queda mejor si se hace la que trabaja cuando no puede poner de excusa el estudio. Y no iba a permitir que nadie invadiera mi lugar, mucho menos la bloody snake.
Se ve que hoy los astros estaban a mi favor y todos los planetas alineados perfectamente.
Lo único que yo quería era que la vieja me diera una buena razón por más pequeña que fuese para expulsarla de mi territorio y que no volviese más.
Y se lo hice saber...
B S: ¿Me estás vigilando?
G: Ni más ni menos...
B S: Si tantas ganas tenés de que me vaya echame.
G: Dame una razón y tus deseos serán ordenes.
Muy de película, sí. Es que me encantan estos diálogos. Con esta vieja de mierda me siento Beatrix Kido en Kill Bill intercambiando dardos con Vernita Green antes de matarla clavándole un cuchillo en medio del pecho.
Mi hermano más chico, pasó entre nosotras para volver al taller y murmuró: "Che, Gioco, deberíamos poner un cartel que diga ALTA TENSION acá, no? jeje". Un amor mi hermanito.
Si alguna vez buscan a alguien que calme las cosas no tienen que llamarlo a èl. El no sirve para eso.
Como dije, los astros estuvieron de mi lado y tuve la oportunidad que yo tanto ansiaba.
La víbora quiso pasar entre dos máquinas de curiosa que es, porque nunca la dejamos entrar ahí. Como no es ninguna boluda, cuando está mi papá ni se acerca al taller, pero en se momento él no estaba, así que haciéndose la rebelde como si fuese una pendeja hincha pelotas que solo quiere molestar para ver que pasa o llamar la atención, pero más patética aún porque es vieja, quiso pasar entre dos máquinas que sirven para abrochar y se enganchó la pollera.
No pasó nada porque la máquina en la cual se enganchó estaba apagada y de haber estado encendida a lo sumo la hubiese dejado en bolas, pero no más que eso.
La que sí estaba encendida era la otra.
Igualmente, no desperdicié la oportunidad y le grité: "¿Sos sorda o boluda? ¿No te dijimos que no podías entrar al taller con esa pollera? ¿Vos queres que la máquina te rompa una pierna?".
En el taller todos sabemos que "la rompe huesos" es otra máquina, que sin exagerar te los puede romper como si fuesen de madera balsa. Ese tipo de máquinas, a lo largo de la historia de la imprenta se ha cobrado varias falanges, metacarpos, trapecios, e incluso huesos de ante brazos. O sea que este tipo de máquina impresora (una de verdad, no de las que todos tenemos en casa) no es moco de pavo.
Mis gritos hicieron venir a mis dos hermanos. Cuando preguntaron que había pasado les dije que la vieja se había enganchado con una de las abrochadoras y que de haber sido otra máquina seguramente le hubiese pasado algo más grave.
Mi hermano del medio le dijo: "¿Vos sos loca?" Sabes bien que no podes entrar acá. ¿Cómo hay que decírtelo para que entiendas?".
Mi otro hermano se limitó a decir: "No, si parece que es sorda. Yo le dije antes que no entrara al taller y no me dio bola".
La vieja quiso defenderse, diciendo: "Bueno, no paso nada".
El hecho de que quisiera minimizar las cosas me dio bronca y le dije: "Si a alguien le pasa algo acá adentro el problema es nuestro y por más vieja y pelotuda que seas si te pasa algo a vos, también. ¡Andá a la casa y dejate de romper las pelotas!"
Se hizo la enojada, o se enojó, no se ni me interesa, pero dio media vuelta y se fue por donde había venido.
Mi hermano del medio repetía: "¡Qué vieja boluda!" una y otra vez.
Y yo, con calma, porque la verdad es que nunca la había perdido, solo que aproveché la volada para echar a la vieja, le dije: "Ok, no more snakes!"
Se dio cuenta y le causó gracia.
Obviamente cuando vino mi papá le contamos lo que había pasado y a la hora del almuerzo se lo contamos a mi mamá también, quien como si la vieja fuese una niña de 5 años la retó de lo lindo y le dijo que no entrara al taller nunca más.
Cosa que prometió y cosa que va a tener que cumplir.
19 comentarios:
Respeto tus pensamientos, pero te dejo mi reflexión de lo que acabo de leer: Creo que no te das cuenta que tu abuela, es una persona mayor, al igual que si Dios te da vida llegarás a ser igual o "peor" que ella, y que por ser mayor las personas se van volviendo más temáticas y molestosas, pero a su vez más necesitadas de amor y respeto. Porque las personas mayores al verse ancianas, sienten que ya no le sirven a nadie. Te lo digo yo que tengo una abuela de 93 años, 94 en mayo, y es tan adorable como fregada. Pero cuando se pone insoportable hay veces que peleamos, pero jamás faltandonos el respeto, y luego voy y la abrazo y la beso. Porque no sé cuánto tiempo ella esté junto a mí. Y que gracias a ella tengo un padre maravilloso. Pienso que ella crió con amor a mi padre y me dio mucho amor a mí desde niñita, y claro con la edad ella se volvió más dependiente, teme que la dejemos sola, y yo siempre le digo que jamás la dejaremos porque la necesitamos. Yo sé que seré vieja algún día y jodida, y espero tener nietos que no me traten como "la vieja esa", sino que me tengan paciencia, respeto y amor.
Saludos.
Ac_mc79:
Si claro, yo tambièn respeto tus pensamientos. Y te digo que si mi abuela fuese como la tuya, que a pesar de ponerse a veces pesadita por la edad que tiene pero fue una buena persona toda su vida y seguramente lo seguirà siendo yo la tratarìa de la misma manera que la tratas vos.
Pero debo decirte que si no la trato asì es porque hay varias diferencias:
1- Yo nunca voy a ser como ella. Sì, puede que cuando sea muy vieja me ponga hincha pelotas, pero nunca voy a abandonar a mis hijos. Ella sì lo hizo.
2- Sus hijos y las demàs personas de la familia tambièn necesitaron amor y respeto y de parte de ella, eso fue casi nulo.
3- Mi abuela no es adorable como la tuya. Nunca lo fue ni lo serà.
4- Si le falto el respeto es porque ella me lo faltò a mì y porque ya me casò. Y no es que me cansè por pavadas, me cansè por macanas grandes que se viene mandando desde que tengo uso de razòn. Y no es que las se porque me las contaron, son cosas que vi yo con mis propios ojos.
5- Yo no la abrazo ni la beso porque todas esas cosas tratè de hacerlas cuando era màs chica, y otras personas tambièn, como mis hermanos, y otros nietos de ella. Nos sentimos rechazados muchas veces porque a la vieja le molestaba hasta que la llamàsemos "abuela" porque decìa que se sentìa vieja.
6- Yo tampoco se cuanto tiempo estè cerca mìo y la verdad que mucho no me interesa porque nunca estuvo junto a mì ni siquiera por carta o telèfono. Ahora està cerca solo fìsicamente pero nos separan años luz.
7- Ella no criò con amor a sus hijos, eso solo pasò con uno. Los demàs fueron criados con amor pero de las hermanas de ella. Como mi tìa abuela que criò a mì mamà desde que era chica porque la vieja decidiò irse a vivir con otra pareja despuès de la muerte de mi abuelo y segùn ella solo tenìa lugar para uno de sus hijos, que era el màs grande. A algunos de los màs chicos los visitaba una o dos veces al año y no porque no pudiese.
8- Por supuesto que teme que la dejen sola, porque ahora se da cuenta de la basura que fue toda su vida y sabe que la ùnica persona que la quiere realmente està a cientos de kilòmetros acà.
9- Sus hijos y nosotros sus nietos la necesitàbamos cuando eramos chicos. Ahora no somos màs nenes y nienas y nos acostumbramos a vivir sin ella. Ahora no necesitamos que venga a hacerse la buenita porque està sola, porque ademàs sabemos que eso no es sincero. La necesitàbamos antes. Ahora es tarde.
Como veràs, mi cansancio no se debe a pavadas o cosas cotidianas como por ej, que me haya cansado de que use mis cosas sin permiso o de que me coma las milanesas de soja. Se debe a actitudes de mala persona que tuvo toda su vida.
Y como te daràs cuenta, nuestra relaciòn difiere mucho de la tuya con tu abuela.
Saludos!
Un personaje tu abuela... Gracias a Dios las mias eran amorosas, màs allá de sus achaques añosos. Lástima que ya no las tenga...
BEsos.-
Nena, escribi post mas cortos que me van a rajar del laburo
lei felpudo y no pude leer mas!!!!!!!!!!
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
mentira,lei todo, jajaja que viejaa chotaaaaaaaaaaaaaa x dios.son insoportables.--
Gio, es terrible, la verdad tu mama le tiene mucha paciencia, hay que atarla a una silla!!
Que jodida!!
le diste un poquito de su propia medicina.. thats good!
esperemos que cumpla lo que prometio! ;)
beso
decile:
Abuela,estoy muy preocupada por vos...no viste que estan matando a un monton de mujeres de tu edad????xq no te volves a tu casa que vas a estar mas segura...
Que te parece la idea???
Gioco... excelente lo del felpudo!
Y muy bien la explicacion sobre porque realmente son asi con ella, por mas edad que tenga no es inconsciente.
Suerte!
Resumen:
A) A Gioco no le cae bien su abuela (eso lo leí entrelíneas)
B) La vieja anda deambulando rompiéndole las bolas a todo el mundo para que cuanto antes le alquilen un palacio en Retiro YA!
C)Tal vez la señora confundió las máquinas de la imprenta con algún perverso Sex Toy del siglo XVIII
AGUANTE GIOCO!!!!
Es un problema llegar a viejo...
Luego tu progenie te degrada en un blog :P
Cada uno tendra sus historias de vida, no es facil para cada uno, para vos goyco no es facil, pero la vida es tan linda, hay que vivirla, agradece que tu mama tu papa te dieron todo el amor, todo el carino y tenes una linda familia por lo q decis, y de tu abuela, por lo q decis, pobre, se quedo sola, ella con su vida, q ya no le cuesta porque ya esta viejita, esta en otra, no sabe lo q paso el pasado, ella se va a ir el cielo o a dodne quiera q vaya a dios y sigue... pero la que queda en vida sos vos, resentida, atada al pasado y eso duele, trata de recuperar observa a tus viejos, los ves bien dale para adealnte y a tu abuela trata de mirarla de otra manera, los tiempos de antes no eran como los que son ahora, q los papas acompanan el camino a sus hijos, dar el amor el carino y mas que nada la confianza plena, tal vez a tu abuela tuvo una vida complicada q no supo como acomapnaer y se fue con otra persona como vos decis, no juzgues porque cada uno hace lo q puede, lo imporante es que AHORA NO ESTAS SOLA, ESTA CON TU FAMLIA, TUS HERMANOS Y ESTAN JUNTOS. eso queria decirte te mando un fuerte abrazo.
No tengo blog todavia luego te la paso si lo hago besos.
tremendo, me quede leyendo por un largo rato...
sabes, en el fondo te entiendo, comparto y comprendo, porq tengo una abuela igual o peor...
de todas maneras, la justicia divina se encargara de hacerles pagar sus pecados capitales y provincianos...
mientras tanto, who cares???
de ultima hacete la nieta dulce, mira si tiene una herencia guardada por ahi...
pensa q ls cosas se pagan...
be cool.
voy a pasar mas seguido por aqui, saludos mujer!!!!
Mary!
E1000luz: Que lindo. Mi abuela paterna era un àngel. Un amor de persona. Todo lo contrario a esta. Làstima que muriò cuando yo era chica pero por suerte pude conocer lo que es una abuela de las buenas. Y mi abuelo paterno igual. Eran dos àngeles. Es re lindo cuando tenes cerca a gente asì.
Besos.
El melli: Jaja
Bue! No me fijo en esas cosas. Tratarè de abreviar màs :P
Pero no prometo nada.
Little queen: Una basura. Es asì. Què se le va a hacer?
Bere: Mi mamà es una santa. Las cosas que se bancò ella por culpa de la vieja no se las banca cualquiera. La admiro.
Lulis: Se merece cada palabra.
Besos.
La flor: No es mala idea. Lo voy a pensar :P
Besos.
Changita: Si hay algo que le funciona bien, y debo reconocerlo, es el cerebro. Asì que no tiene excusas. Si el bocho no le funcionara bien yo no serìa asì con ella, todo lo contrario.
Porque ahì si que no serìa su culpa. Pero no es asì, asì que...
Bajoyo: Seguramente era la pesadilla de Gutemberg jejeje
Bichicome: Pasa eso si sos mala persona, sino no.
O alguna vez leyeron cosas malas sobre mi abuela paterna?
Ile: No es fàcil para nadie la vida. Eso no es nada nuevo. Y cada uno vive como puede y hace lo que puede.
Con todo respeto, no sabes la historia completa de mi abuela, asì que algunas palabras tuyas estàn de màs.
Y no, no soy una resentida. Nunca lo fui y no lo serè porque no me quedo con cosas que me hacen mal. No me quedo colgada con el pasado y le doy para adelante. Solo que yo reacciono asì con ella cuando me busca. No es que estoy todo el tiempo pensando en ella y en que le voy a hacer cuando la vea o la forma de hacerla sentir mal. Pero no me dejo llevar por delante.
Y cuando no la veo ni me acuerdo que existe.
La gente resentida piensa todo el tiempo en el otro y vive con odio y angustia. Yo no. Yo hago foco en las cosas que son realmente importantes en la vida. Lo demàs lo descarto. Y ella forma parte de lo ùltimo.
Yo la miro de la manera que se que tengo que mirarla. Se como fueron sus tiempos de antes y se como son los de ahora por eso mi manera de ser con ella.
Yo no la juzgo, solo le doy lo mismo que ella me dio a mì durante toda la vida.
Veras, algunas personas dan y dan y dan y dan, y les pegan y siguen dando. Yo no soy asì. No està en mi escencia. Yo doy, pero me golpeas por la espalda y olvidate, y eso es lo que siempre hizo ella. Por algo nadie la quiere.
Que una persona de tu familia no te quiera, bueno, hay que ver por que es, lo mismo con 2 o con 3, pero si en una familia de 30 y pico te quieren solo 2 o 3... el problema sos vos.
Con respecto a lo ùltimo, ya se que no estoy sola, tengo una familia que me ama y a la que amo de la cual ella nunca formo parte.
Y tengo la certeza de que cuando yo llegue a es edad voy a estra rodeada de gente que me quiere y es lo ùnico que me importa.
Ella no puede decir lo mismo.
Saludos y bienvenida.
Maryloves: Seguro! Todo se paga en esta vida. La vas pagando de a poco y pagas todo junto en el mostrador del barbudo cuando haces el check out, es asì jeje.
Saludos y bienvenida!
hola gioco
nada más te quería decir que sos una mina muy jodida
besos
Horacio: Para nada.
Beso.
UUUY que jodida la vieja!!!
pongale rivotril en el mate asi este "tranquilita" todo el tiempo! je
(Es broma, aclaro).
La entiendo tanto! mi abuela por suerte es un amor pero he visto otras que manipulan con su condición de "viejitas" y "yo soy tu madre" que dan asco.
Sobre todo si hay en el medio historias jodidas. Yo creo firmemente en que todo se paga en vida.
besos y fuerza! para soportar ese martirio.
mira ...si tu abuela fue jodida como lei por ahi abandono a sus hijos y todo es normal que sientas todo esto por ella, los sentimientos no se fuerzan tanto los buenos como los malos...brotan, entonces me parece que por ahora estar viejita tampoco la vas a apañar en todo cuando fue lo que fue...
el cariño se gana
besos
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