Debo tener un imán para este tipo de gente o algo inconsciente que me lleva a juntarme con estas personas.
Aunque pensándolo bien, es obvio que me gusta tenerlos cerca, ya que estos locos lindos me divierten y hacen más lindos mis días (más de lo que ya son).
Las personas de las que hablo en este post son Claudio, Sebastián y Gabriel, que son hermanos, y además son amigos míos.
Gente de muy buen corazón y a quienes quiero muchísimo.
Los 3 viven cerca de casa. Uno de ellos (Clau) iba conmigo a la universidad, pero abandonó para dedicarse a otra cosa, en la cual le va muy bien, cosa que me alegra mucho.
A los otros 2 los conocí por él y ahora los quiero a los 3 por igual.
Hecha la introducción, vamos al relato propiamente dicho.
El miércoles yo tenía que ir a la facu a la mañana, pero la noche anterior, mi hermano más chico se había llevado mi auto. Entonces Clau, que sabe mis horarios mejor que yo misma y sabía que yo tenía que ir a la facu y estaba sin auto, mientras chateábamos por MSN me dijo que él me pasaba a buscar y me llevaba porque tenía que ir a una reunión de trabajo con sus hermanos y la universidad donde voy les quedaba de paso.
Nos pusimos de acuerdo y a las 8 de la mañana ya estaban en la puerta de casa.
Me tocaron bocina, salí, y los vi a los 3 (muy bonitos ellos) elegantemente vestidos con sendos trajes negros y con anteojos del mismo color.
(Nota: Gabi y Sebas tienen los anteojos negros puestos unos 360 días al año, así que esto no me llamó la atención)
Yo caminaba hacia los 3 hermanos y ellos se reían. Era obvio que tramaban algo.
Con ellos siempre es así. Se juntan y hacen desastres, muchos de los cuales tuve la suerte de compartir, así que estoy acostumbrada a sus bromas.
Al ver como lucían, no pude más que hacer un comentario: "Yo sabía que algún día me iban a venir a buscar los agentes de Matrix".
Los saludé y subimos al auto.
Un Honda Civic negro muy bonito con vidrios polarizados en el cual una nunca sabe quien va hasta que se baja.
Ibamos desde San Isidro hasta Martínez a las 8 y pico de la mañana escuchando a U2 por decreto de Clau y hablando de todo un poco.
Todo muy tranquilo hasta que llegando a mi universidad les dije: "Déjenme acá (a una cuadra) así ustedes suben a la Panamericana"
Gabi, que manejaba, me dijo: "No, Little one, tenemos tiempo, además ¿Cómo vamos a dejar a una dama a una cuadra?"
Igual que mi hermano que un poco más y me deja en medio de una autopista con tal de manejar menos jajaja.
Por cierto, ellos me llaman "Little one" por cuestiones obvias. Mi metro con 63 cm. no es nada comparado con sus sendos metro 80 y pico.
Les dije que no hacía falta que me dejaran en la puerta pero ellos insistieron, así que seguimos y finalmente estacionamos frente al edificio.
Le di un beso a cada uno y les agradecí y cuando atiné a abrir la puerta para bajar (yo iba adelante), Gabi me dijo: "Esta rota, espera que te abro de afuera"
Me pareció raro porque el auto es de Gabi y lo cuida mucho. Pero bueno, si estaba rota, estaba rota. Así que esperé en mi lugar.
Gabi se dio vuelta, les guiñó un ojo a sus hermanos y al mismo tiempo los 3 se volvieron a poner los lentes y bajaron del auto rápidamente.
Yo no entendía nada.
¿Por qué se bajaban los 3 si con una sola persona bastaba para abrir la puerta?
Y finalmente sucedió...
Sebas me abrió la puerta, bajé, me pasó un brazo sobre los hombros y se puso a caminar a mi lado.
Clau cerró la puerta y se puso al lado de Sebas, que estaba a mi izquierda, mientras Gabi caminaba a mi derecha, pero a aproximadamente 2 metros de distancia y dando pasos laterales.
Luego, sacó su handy se lo acercó a la boca y empezó a decir: "¡Vamos, vamos, rápido!"
Haciéndose los graciosos, me estaban escoltando hasta la puerta como si yo fuera una persona que necesitaba custodia y ellos mis guardaespaldas.
Todo eso ante la mirada de 5 o 6 personas que estaban en la puerta de la facu (que agradezco que no hayan sido más) y que entendían menos que yo.
¡Me quería matar! Mejor dicho... ¡Los quería matar!
Sobre todo cuando una chica quiso pasar por al lado mío para entrar a la universidad como cualquier persona y Gabi le agarró un brazo y le dijo: "Espera un poquito, chiquita", con cara de pocos amigos.
La chica que seguramente era de 1er año porque más de 17 o 18 años no tenia, se quedó paralizada sin decir nada.
No se me ocurrió otra cosa que decirle a Sebas: "Son unos hijos de puta, los voy a matar a los 3, me las van a pagar".
Sebas solo se rió, mientras Gabi seguía con su handy diciendo: "¡Rápido, rápido!".
Cuando traspasé la puerta de vidrio, Sebas me saludó, me dio dos palmaditas en la espalda, dio media vuelta, bajó las escaleras y se dirigió al auto.
Vi a los 3 entrar al auto y salir quemando gomas a toda velocidad.
Adentro me encontré con una compañera que también conoce a Clau, pero no lo había reconocido por su cambio de look (antes tenía el pelo largo) y por los anteojos negros.
Así que había visto todo desde adentro si entender nada.
Me preguntó que pasaba y le dije que me esperara un segundo que tenía que hacer una llamada.
Agarré mi celular, llamé a Clau y le dije: "¡Son unos hijos de puta, qué vergüenza me hicieron pasar, los odio!", y mientras él me decía: "No te enojes, Little, fue una broma", yo escuchaba a los otros 2 riéndose a carcajadas.
No pude contener la risa pero los volví a insultar.
Debo reconocer que la broma fue muy original y que me causó gracia, pero el calor que me hicieron pasar no tiene nombre.
Habré sido la única con calor en una mañana con 4º de sensación térmica.
Después le conté todo a mi compañera y se mató de la risa.
Todo muy gracioso, pero después en el recreo algunas personas me miraban tan raro que estuve a punto de decirles: "¿Qué carajo miran?"
Miraban sin entender. Sobre todo la chica que había querido entrar y tuvo que esperar a que pasara yo primero por capricho de Gabi.
Más de uno habrá pensado: ¿Quién carajo es esta mina que viene a la facultad con custodia? o ¿Qué le pasa a esta chica que la traen 3 tipos vestidos de negro, le cierran el paso y no dejan que nadie se le acerque? Who's that girl??
Pasé toda la mañana contándole a quienes conocían a Clau lo que él y sus hermanos me habían hecho. A todos les causó gracia y coincidieron en que eran 3 hijos de puta, pero con onda.
A mí también me divirtió la broma una vez que se me pasó la vergüenza. Solo que ahora voy a tener que bancarme que durante un tiempo algunos alumnos me miren raro.
Pero bueno, ya se olvidarán, y yo con ellos 3 a la facu no voy más.
Por cierto...
¡¡La venganza será terrible!!
I promise.
3/5/08
¡La venganza será terrible!
Publicadas por Gioconda a la/s 5:42 p. m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
9 comentarios:
Gioco Su amigo Clau y sus hermanos son fuera de serie!
Aunque pensándolo bien, es una buena forma de llevar a alguien que no querés llevar por única vez, la persona va a dudar seriamente de llamarte para que lo lleves a algún lado.
(ojo! dudo que sus amigos no la quieran llevar eh! pero es una linda maldad para hacer...)
A mi me pareció buena la anécdota y no lo veo mal, Te hicieron quedar como alguien muy especial, una fuera de serie jajaja!!!
Besitos♥♥♥
Jajajaja. Si sabre lo que es tener amigos "hijos de puta pero bien".
Nunca llegaron a hacerme una como esta, pero vamos, esas bromas son las que dentro de 20 años vas a contarle a tus hijos con tus amigos al lado y tus hijos te van a mirar y van a pensar: "mi vieja fue joven? mi vieja era buena onda!!??"
En fin. Me fui de tema.
Pero la idea es esa XD
Ja! que hijos de p... sus amigos. Pero la verdad es que fue muy original la gastada...
Saludos Gioco y después nos contás la venganza eh?
Es que son las contras de ser una persona importante.... los viles mortales se te tiran arriba.
Jajajaja, si la venganza es tan buena como la broma, espero el próximo post!!
Saludos desde no tan lejos
eso te pasa por juntarte con 3 varones a falta de uno 3!!!!!
besotesssss
si em hacen una broma asi a mi no aparezco mas por esa calle... pero que estuvo original no hay dudas eh!
beso!
Oh! qué capos, te hicieron sentir especial (bueno, sos especial).
Qué bueno que estuvo.
Publicar un comentario