El rescate

Hello dear bloggers!
Bueno, se me terminaron las vacaciones (las de la costa, porque aun me quedan unos días).
La verdad que la pasé muy bien. Todo estuvo muy lindo y nos divertimos mucho.

Fui con un grupo de gente estupenda. Mis amigos son personas excelentes de esas que estan siempre en todo momento y con sus defectos y virtudes la verdad que no me arrepiento de haber ido con ellos.

Traje algunas anécdotas, que les ire contando con el correr de los días. Pero antes que nada y para sacarme esto de encima, les voy a contar algo que había mencionado en el post "Cuidado conmigo". O sea, la historia del aniversario que festejamos todos los 28 de enero con mis primos. Que había prometido contar cuando volviera de mis vacaciones.

Sin más, paso a contarles:

Corría enero del año 2003. Como otras veces yo había viajado a Australia a visitar a mis tíos y a mis primos que viven allá desde el año 97.
Siempre para las vacaciones de veranos vienen ellos acá o vamos nosotros para allá.
Ese año había ido yo sola. Porque mis hermanos se habían ido con sus amigos y mis viejos con un matrimonio amigo a otros destinos.

Siempre que voy me quedo en la casa de mis tíos. Ellos viven en Sydney. La familia está compuesta por mi tía Agustina que es hermana de mi mamá, mi tío Alfredo, mi prima Eleonora (28 años en ese entonces), mi primo Guillermo (25 años en ese entonces) y "Bat" un labrador de color negro.

Es una familia muy linda y muy buena onda. Todos se llevan re bien y los quiero mucho, sobre todo a Guille que tiene la misma edad que yo y somos compinches desde que éramos chicos.

Bueno, ese año además de ir yo, también fue otro primo mío que se llama Gabriel que es hijo de un hermano de mi mamá y tiene un año más que nosotros.

A mi primo Guille siempre le encantó el surf. Cuando vivía en Argentina siempre iba a Mar del Plata con los amigos y hacían surf y cuando se mudó a Australia estaba en su salsa porque es uno de los lugares donde están las mejores olas.

Así que cuando vamos nosotros también hacemos surf. Porque mi primo nos enseño.
Bueno, "hacemos surf"... yo hago lo que puedo jajaja. Me se subir a la tabla, tengo equilibrio, etc, pero tampoco es para decir: "Oooooh como surfea Gioco!". Hago lo que puedo y me divierto que es lo mejor.
Guille sí es bueno de verdad y sus amigos también. Gabi "surfea" como yo, o sea, hace lo que puede :P

Ese año, Guille nos contó que con los amigos habían encontrado una playa que estaba más alejada de las playas donde va toda la gente y que tenía unas olas bárbaras. El ya había ido un par de veces con sus amigos así que nos llevó a nosotros también.
Llegamos y el lugar era hermoso, con unas olas increíbles. Como es de imaginar, había muchos surfers que la pasaban de lo lindo. Nos encantó, estuvimos ahí toda la tarde.
Sobre todo porque como es una playa donde solo va la gente que hacer surf era más tranquila y no estaba llena de turistas que van a tomar sol y mojarse los pies. Ni gente nadando a los cuales en otro lugar habría que tratar de no pasar por arriba con la tabla.

Lo único malo era que había algunas rocas que era desconocidas para nosotros. Entonces más de una vez pagábamos el derecho de piso chocando con alguna, aunque no era nada del otro mundo. Algún que otro hematoma, pero solo eso. Cosa que es normal.
Como dicen por ahí... "El que quiere pescado..."

Varias de las rocas grandes, sabíamos donde estaban porque siempre que alguno sabe le cuenta a los demás. Porque los surfers son así. De onda te avisan, para que no te rompas los huesos contra algo y saben bien que tipo de cosas hay bajo el agua. A medida que se van enterando avisan y te advierten. Es así. Hay buena onda.

En el fondo del mar, donde revientan las olas hay distintos tipos de "reefs" que vienen a ser algo así como arrecifes. Que pueden ser de arena (lo más normal), de rocas, de coral, o de una combinación de todo eso.
Casi siempre el fondo de rocas y corales es el mas peligroso porque son formaciones irregulares, casi siempre cortantes, y la ola revienta con mas fuerza en esta clase de fondos. Pero tambien hace que la ola sea de mayor calidad.
Así que obviamente toda persona que sepa surfear bien y tenga experiencia busca este tipo de olas. Uno de ellos, es mi primo.

Cuando llegamos, mi primo se puso a hablar con otros chicos que estaban haciendo surf, a varios de ellos los conocía y le contaron que en determinado lugar había un fondo de coral y que otro de los chicos había caído ahí y se había hecho varios cortes. Aunque la mayoría de los otros bancos eran de arena y había pocas rocas.

Otra de las cosas que hay que tener en cuenta es que si no sos muy buen nadador o no la tenes muy clara, a esos lugares no tenes que ir porque no hay guardavidas. Si te pasa algo corre por tu cuenta, aunque obviamante si hay alguien cerca va a tratar de ayudarte pero eso no es seguro. Y tampoco da andar poniendo en riesgo la vida de los demás por la propia negligencia.

Así pasamos mucho tiempo. Caímos en algunos bancos de arena, cosa que es normal y alguna que otra vez pagamos el derecho de piso contra alguna roca pequeña pero no más que eso.

Todo bien hasta el 28 de enero. Ese día había amanecido con lluvia. Una tormenta bárbara. Mucha agua y mucho viento. Al medio día dejó de llover pero estuvo nublado y muy ventoso el resto del día. Así que a la tarde como no llovía y había mucho viento y por lo tanto olas enormes estaba ideal para hacer surf.
Ese día la pasamos bárbaro, hasta que empezó a oscurecer y se empezaron a ir todos. Como las olas grandes seguían y aun se podía ver un poco nos quedamos los 3 con otros 2 chicos más (Alex de 26 años en ese entonces y su hermano Brian de 16) que son amigos de mi primo.

Yo ya no surfeaba y primo Gabi tampoco, pero estabamos sentados en las tablas mirando a los demás. Brian estaba sentado en la costa.

En una de esas vemos que mi primo y Alex estaban en la cresta de una ola enorme y después cayeron de una manera muy aparatosa . Nos empezamos a reir porque siempre se hacen los cancheros pero son unos payasos. Esperábamos que salgan para gritarles algo y cargarlos pero Alex salió y Guille no.
Cuando Alex sacó la cabeza a varios metros de la rompiente y ya más cerca de la playa empezó a hacer señas. Creímos que estaba haciendo alguna broma, pero veíamos que mi primo no salía. Y cuando vimos a Alex sacarse el abrojo que lo unía a su tabla (las tablas tiene una soguita con un abrojo que sirve para atársela al tobillo y no perderla), dejarla en medio del agua como si nada y volver al lugar de la rompiente nadando solo supimos que algo no andaba bien.
Nadie deja una tabla de 800 dólares así porque sí en la playa y se va. Además gritaba algo que no llegamos a escuchar por la distancia. Pero no podía ser nada bueno.
Entonces Gabi me dijo: "Salí del agua" y se sacó el abrojo que lo unía a su tabla y empezó a nadar hacia donde se había sumergido mi otro primo y no había salido. Le dije: "Ni en pedo!" hice lo mismo y lo seguí.

Vale aclarar que se nada bien pero en aguas más tranquilas. El mar es otra cosa. Si bien puedo surfear y volver a la costa, el hecho de sacar a alguien del agua no es una tarea menor, y eso era lo que iban a hacer Alex y Gabi.
Yo me se manejar sola en el agua pero nunca había sacado a nadie del mar ni sabía muy bien de que se trataba pero si ellos iban a hacer eso yo no quería quedarme en la playa mirando desde lejos cuando sabía que el que estaba debajo del agua era mi primo, que es casi un hermano para mí.
Igualmente en esa situación no había mucho tiempo para pensarlo, así que no lo medité y fui con ellos.

Cuando vimos de cerca a Alex tenía un tremendo corte en uno de los brazos y sangraba bastante y además tenía varios rasguños en otros lugares. Supimos que era un arrecife de los más peligrosos. Vi a Gabi sumergirse e hice lo mismo. Debajo del agua vimos la tabla de Guille atascada entre unas rocas con punta y seguimos la soguita, y ahí estaba Guille inconsciente con uno de sus tobillos todavía atado a la tabla. En otro contexto hubiese sido muy fácil salir de esa situación porque hubiese bastado con desabrocharse el abrojo y librarse de la tabla. Pero Guille no pudo hacer eso porque se había golpeado la cabeza al chocar contra la roca.
Por suerte no tenia ningún corte en la cabeza y solo unos rasguños en brazos y piernas. Nos acercamos lo más rápido que pudimos y le desabroche el abrojo. Gabi y Alex lo agarraron de los brazos y lo subieron a la superficie.

Estábamos en el lugar de la rompiente así que costó bastante. Cuando salimos vino una ola y nos empujó hacia la orilla (por fin una buena). Ahí fue más fácil para los chicos nadar con Guille a cuestas y entre puteadas varias y gritos iban dándole cachetazos para que reaccionara. No lo hizo.

Llegué a la orilla antes que ellos porque iba sola y cuando llegaron ellos pusieron a Guille en la arena. A todo esto, Brian, el hermano de Alex había llamado a emergencias desde su celular.
Guille seguía sin reaccionar, Alex lo sacudía para que reaccionara y Gabi preguntaba a cada rato si estaba vivo. Puse mi oreja en su pecho y escuche que su corazón latía. Tremendo alivio. Así que le grite a Gabi: "Si, está vivo, dejá de gritar!".
Al poquito tiempo llegó una ambulancia y se llevaron a Guille y a Alex que seguía sangrando pero parecía no importarle. A los pocos minutos llegó otro amigo de Guille con 2 chicos más que habían estado antes en la playa y a quienes Brian había llamado. Llegaron rápido porque estaban en un barcito que estaba cerca de ahí con otros chicos que también hacen surf. Gabi y yo fuimos en cuatriciclo al hospital que quedaba a pocos kilómetros.
Brian y los amigos de Guille y Alex nos dijeron que fuéramos al hospital y que ellos se iban a quedar a recuperar las tablas que habíamos dejado en el agua. Yo ni me acordaba de las tablas.

Llegamos al hospital y vimos a Alex en la guardia. Nos dijo que Guille ya había reaccionado en la ambulancia y que los médicos le habían dicho que iba a estar bien. Nos alegramos mucho por eso obviamente!

Llamé a la casa de mi tía y le dije lo que había pasado aunque no con lujo de detalles para que no se pusiera como loca. Cuando llegó la familia de Guille nos dejaron pasar a verlo. Estaba bien y de buen humor aunque le dolía la cabeza y no se acordaba de nada. Solo que se había golpeado cuando lo tiró la ola y que se despertó en una ambulancia.

Así que bueno, por eso festejamos ese día todos los que estuvimos ahí porque es como si tuviese otro cumpleaños. Podría haber sido muchísimo peor. Pero por suerte mi primo está vivito y coleando. Todo quedó en una anécdota playera más y Guille está muy agradecido. Tanto que a veces da vergüenza cuando se lo cuenta a los demás y dice: "Si no fuera por ellos yo estaría muerto".

Y sigue surfeando y dando clases porque ahora es instructor, y seguramente recomienda no surfear en lugares no muy conocidos y de olas peligrosas y menos si no hay mucha gente :P

¿Las tablas? Recuperaron una sola, la mía. A la otra se la llevó el agua. Y la de Guille se partió y no sirve más. Bueno, nada es gratis en esta vida. Le salió algo así como 1.200 dólares el rescate.
Aunque si lo piensa, es una ganga. ¿O no?