Algo que no puedo evitar hacer cuando leo algún libro es buscar similitudes entre la gente que conozco y los personajes de los cuentos, novelas, etc.
También me pasa con lugares ficticios y los comparo con lugares reales por los que alguna vez pasé.
Aunque en realidad no es que yo busque adrede esas similitudes sino que surgen de mis pensamientos solitas, sin que yo las llame, al menos de un modo consciente.
Un ejemplo de esto es algo que vino a mi mente cuando estaba leyendo el 6to libro de la zaga de HP (Harry Potter, y no Hewlett Packard) que por cierto, ya terminé de leer y espero con ansias la última entrega que pondrá fin a la historia.
En algunos capítulos de este libro y de los anteriores se habla de los elfos domésticos. Para los que no saben nada sobre estas criaturas, paso a explicarles de que se trata:
Los elfos domésticos son criaturas ficticias, cuyo trabajo es hacer toda clase de labores domésticas y trabajos en general. Los elfos domésticos suelen ser explotados por algunas familias. Otras características de estas criaturas es que obedecen todo lo que les diga su amo y se desviven por él, y la única manera de dejarlos en libertad es obsequiándole alguna prenda de vestir. Por este motivo, generalmente andan vestidos con harapos ya que mientras presten servicio en esa familia sus ropas nunca cambian.
Su trabajo es muy agradable para ellos y éstos se sienten ofendidos si alguien intenta liberarlos regalándoles prendas de vestir, porque toman esto como un insulto ya que es como decirles que son inservibles e incapaces de realizar bien su trabajo y por ese motivo se los deja en libertad.
Uno de estos personajes se llama Winky y es una elfina. Esta elfina me hizo acordar a una ex compañera del 2do colegio secundario al que fui.
A diferencia del 1er colegio al que asistí, como ya conté varias veces, en el 2do colegio era muy feliz. Ahí me trataban bien y tenia amigos de verdad. Tal es así que para asombro mío no me llevaba mal con nadie. No era amiga de todo el curso pero no me llevaba mal con nadie y los que no eran mis amigos al menos me respetaban.
Pero como todos sabemos, no todo puede ser color de rosa, y si bien yo no tenía problemas con nadie y me había integrado muy bien, había alguien que sí los tenía.
Pareciera que en todo curso tiene que haber siempre sí o sí alguien que sea el centro de las cargadas y bromas en general de los más "vivos". Alguien a quien sea fácil gastar y tomar de punto. Y esta persona, en mi curso era Noemí (la llamaré así en este relato para ocultar su verdadero nombre).
Noemí me había caído bien desde el 1er día en que llegué a ese colegio. Porque yo no conocía a nadie y ellos ya se conocían todos, ya que yo entré en 2do año. Y ella fue una de las primeras personas que se acercó a saludarme y hablarme. Ella y Carolina (quien se convirtió luego en mi mejor amiga hasta el día de hoy y ahora más que amiga es como una hermana) y luego los demás.
Ellas y otras amigas más, hicieron que no me sintiera como un bicho raro más de un minuto.
Con Carolina nos llevamos bien desde el principio porque tiene una forma de pensar muy parecida a la mía, y para qué negarlo, está casi tan crazy como yo. Con las demás amigas que tenía también me llevaba bárbaro y a lo largo de los años comprobé la clase de personas que eran: De lo mejor que había conocido en la vida. Pero con Noemí era distinto; me caía bien pero era de esas personas que son muy absorbentes y de las que se pegan mucho a una o dos personas y el resto para ellas no existe. Nada que ver conmigo.
Mi mejor amiga y las demás ya me habían dicho más o menos como era y en el transcurso del año lo comprobé.
Además, Noemí tenía otra característica muy marcada: su carácter débil. Tal es así que le hacían las mil y una y ella nunca reaccionaba ni enfrentaba a nadie. Y eso que eran cosas grossas como hacerle pis en la cartuchera, y robarle cosas, entre otras tantas. Y por supuesto reírse de ella a sus espaldas, burlarse y jugarle bromas de lo más crueles como escribirle falsas cartas de amor y ponérselas en la mochila para que ella creyera que se las escribían los chicos más lindos del colegio, y ella que era inocente para esas cosas, compraba todos los buzones y varias veces contestó algunas cartas que envió, por supuesto, a alguien que nunca las había escrito y pasó vergüenza delante de muchos alumnos.
Debido a su personalidad absorbente no tenía muchas amigas, salvo Caro y yo, ya que las demás se habían cansado de ella.
Fue así como se convirtió en nuestra sombra. Nosotras la bancábamos porque sabíamos que no era mala persona y porque, vamos a decir la verdad, un poco de lástima nos daba, por su falta de personalidad y por ser el centro de todas las cargadas.
A mí me hacía acordar un poco a como me sentía yo en el otro colegio, sin amigas y con gente muy diferente a mí. Pero solo un poco, ya que si a mi me hubiesen hecho el 5% de las cosas que le hacía a ella me hubiesen echado del colegio por romperle la cara a alguien. En ese sentido, eramos el agua y el aceite. Nuestras personalidades eran muy distintas. Yo siempre me hice respetar y lo único que hacían los demás era reírse o burlarse de mí a mis espaldas y más de eso no pasaba. Una sola vez me habían querido jugar una broma de mal gusto y sirvió para que no lo hicieran nunca más. Pero esa es otra historia.
Volvamos al 2do colegio...
Así que cada vez que faltaba alguna de nosotras a clase, automáticamente Noemí se pegaba a la otra.
Muchas veces Carolina me decía que si pasábamos mucho tiempo con Noemí los demás iban a creer que éramos iguales a ella. Pero eso no tenía nada que ver. Se notaba a la legua que nuestras personalidades eran muy diferentes y los demás lo tenía bien claro.
Hicimos mil esfuerzos para integrarla al grupo. A los pocos meses yo ya me había integrado y ella que me llevaba un año de ventaja no lo había logrado, y en los años siguientes tampoco lo hizo. Los demás no se la bancaban y eso no cambió nunca. Por eso ella no fue de viaje de egresados ni iba a fiestas ni a bailar. Y sus cumpleaños eran de lo más tristes, ya que las únicas invitadas eramos Caro y yo.
Lo bueno era que si bien nunca pudimos integrarla, al menos cuando estaba con nosotras no la jodían mucho. Y perdimos la cuenta de la cantidad de veces que saltamos por ella.
Volviendo al tema de la elfina, si comparábamos a Noemí con Winky podíamos encontrar las siguientes similitudes:
* Hacía lo que fuera por nosotras, desde ir por nosotras a comprar cosas al kiosco en el recreo hasta llevarnos la tarea a casa cuando estábamos enfermas, y no una fotocopia, sino que copiada por ella en puño y letra aunque le dijimos mil veces que no hacía falta pero ella lo hacía igual.
* Si le prestabas plata te agradecía 300 veces y apenas podía te la devolvía y te agradecía 300 veces más.
* Los sábados y domingos a la mañana nos llamaba sin falta para ver como andábamos.
* Nos hacía dibujitos en las carpetas y nos escribía "gracias por ser mi amiga".
* Nos seguía a todos lados y cuando digo a todos lados quiero decir a todos lados. A mi me causaba gracia y no me hacía mucho problema, pero Carolina a veces se enojaba y le decía cosas de lo más crueles y mis otras amigas también.
* Si le decíamos que no hacía falta que hiciera tantas cosas por nosotras se ponía de mal humor y nos preguntaba si nosotras ya no queríamos ser sus amigas, y a veces se lo contaba a su madre que nos llamaba por teléfono a casa y nos decía que a su hija le costaba hacer amigas, etc, etc, etc. Cosas que por supuesto nosotras sabíamos muy bien porque la teníamos pegada 6 horas diarias.
La cosa es que una vez para el día del amigo en 4to año, le regalamos ropa y se terminó la amistad.
Parece algo muy tonto, pero no lo es, y voy a contar porqué:
Noemí si bien asistía a un colegio privado no venía de una familia que pudiera pagar la cuota. Su padre no podía trabajar por estar enfermo y el único sostén de su familia era su madre que era empleada doméstica. Además ella tenía dos hermanas menores. Por ese motivo y por haber concurrido toda la primaria a ese colegio le habían otorgado media beca.
En el colegio la diferencia no se notaba ya que todos teníamos el mismo uniforme pero en las reuniones que hacíamos afuera de él sí, o las veces que salíamos a diferentes lugares como el shopping que quedaba cerca del colegio que se había convertido casi en nuestro 2do hogar.
También ese era un motivo por el cual Noemí no quería salir en grupo, aunque a veces lográbamos convencerla porque no nos gustaba que se perdiera salidas de amigas por ese motivo y menos en los últimos años, ya que sabíamos que después de la secundaria como sucede muchas veces, no iba a ser tan fácil vernos tan seguido y disfrutar de ese tipo de cosas.
Como hacen muchas amigas, nos prestábamos ropa y así lográbamos que viniera a todos lados con nosotras.
Pero en 4to año ocurrió algo muy feo.
Después de una broma de mal gusto que le había hecho un chico (había puesto plasticola de color rojo en su silla y ella se había sentado encima) se enojó de una manera desconocida para nosotras que estábamos acostumbradas a verla llorar por las cosas que le hacían pero no a verla reaccionar.
Entonces agarró otra plasticola, fue hasta donde estaba sentado el tarado que le había hecho la maldad (un petiso de pocas luces que por cosas del destino se salvó de ocupar el lugar de Noemí por muy poco) se le tiró encima y le metió el pomo de plasticola en la boca apretándolo con todas las fuerzas que le daba tanta bronca contenida. El petiso se ahogó y empezó a toser mientras la insultaba con lágrimas en los ojos y bronca debido a las risas y burlas de los demás. Incluidas Carolina y yo.
Una de las cosas que le dijo el petiso a Noemí fue "Pendeja villera! Siempre andás con la misma ropa! Este colegio no es para vos! Rata sucia!"
Me acuerdo como si fuera ayer. Hasta ese momento nadie le había dicho nada parecido. Las jodas se le hacían por su forma de ser pero nunca nadie había hecho alusión a su situación económica, aunque todos sabíamos muy bien cual era.
Como se oían los gritos por los pasillos no tardó en llegar la directora y los llevó a los dos a dirección. El resultado de eso fueron 10 amonestaciones para cada uno. Aunque nosotras le hubiésemos dado un premio a Noemí por haber reaccionado de una vez por todas y no dejarse pisotear.
Cuando Noemí estaba en la dirección todos empezaron a comentar las cosas que le había dicho el petiso y todos coincidíamos en que se había ido al carajo.
Desde ese día trataron distinto a Noemí. Las jodas siguieron, pero eran más livianas. Se limitaban a unas pocas risas y hasta había gente que había dejado de burlarse de ella. Era obvio que se sentían culpables de haber tratado tan mal a alguien que no lo merecía y se ve que en ese momento les había caído la ficha. Un poco tarde, sí, pero más vale tarde que nunca.
Al otro día hasta había gente que la felicitaba por haber puesto en su lugar al susodicho y chicas que nunca le daban ni la hora la invitaban a unirse a las charlas de sus grupos y la trataban como una igual cosa que a ella la ponía muy contenta y a Caro y a mi también, porque era nuestra amiga y la queríamos y estábamos contenta por ella. Y de yapa no la teníamos tan pegada a nosotras :P
Como era de esperar, el ego de Noemí se iba fortaleciendo, lo cual no nos parecía nada malo, sino todo lo contrario. Y pasaba menos tiempo con nosotras, lo cual era normal porque quería decir que compartía cosas con otras amigas también y eso era algo que nosotras también hacíamos.
Hasta que empezó a juntarse con el grupito de las chetas el curso y esto nos llamó la atención porque eran las típicas chicas a las que solo les importaba la moda y verse de la forma más top posible. Pero eso era solo en el colegio, porque fuera de él, Noemí no estaba "a su altura". Así que un día nos dijo que una de las chicas la había invitado a su casa porque siempre se juntaban todas ahí y que ella no había ido porque no tenía que ponerse y le daba vergüenza tener que pedirnos que le prestáramos ropa o usar la ropa de una de sus hermanas.
Como se acercaba el día del amigo decidimos regalarle ropa. Caro le regaló un sweater y yo una pollera de jean que recibió muy agradecida y con mucha alegría. Si bien eso no solucionaba nada al menos la hacía sentir un poco mejor.
Se ve que gracias a eso la incluyeron del todo en el grupo y empezó a salir más con ellas y le prestaban ropa (algo que a ella le encantaba) y la invitaban a lugares donde nunca había ido.
Fue así como le pasó lo que le pasa a mucha gente de carácter débil. Si bien su ego había crecido, su carácter seguía siendo tan débil como antes y seguía dejándose llevar mucho por lo que le decían los demás. Se le subieron los humos y se volvió un ser arrogante.
Y un día así de la nada nos dijo a mis amigas y a mí que ella "pertenecía a otro grupo".
La verdad que yo me la veía venir y sabía que en cualquier momento iba a salir con algo por el estilo. Porque por las cosas que hacía era obvio que algo en la cabeza no le funcionada bien. Carolina le dijo de todo y le sacó en cara todo lo que habíamos hecho por ella y yo me limité a reírme de ella en la cara y a presagiar lo que le iba a pasar: que estaba equivocada, que ellas no eran amigas de verdad ni siquiera entre ellas (era sabido que vivían, con perdón de la palabra, cagándose los novios entre ellas, siendo muy falsas y cosas así) y que tarde o temprano así como la había incluido en el grupo la iban a sacar a patadas.
Su "amistad" con el "prestigioso" grupito le duró un par de meses y cuando se cansaron de ella, que siguió siendo tan absorbente como antes, un día de la nada dejaron de dirigirle la palabra y de llamarla para que este con ellas en los recreos.
Y no le dio la cara para volver con nosotras. Solo nos volvió a saludar y nosotras no le negamos el saludo, bueno, yo no le negué el saludo (aunque solo le decía hola y chau y eso era todo) pero Carolina ni siquiera la miraba.
De ser nuestra sombra pasó a ser un simple fantasma, por desición propia.
Y volvió a sentirse sola mientras Caro y yo seguíamos siento tan amigas como antes y siendo amigas de las demás chicas como siempre.
Por estas cosas se me vino a la mente la comparación de Noemí con una elfina doméstica:
* Fue nuestra amiga.
* Se desvivió por nosotras.
* Le regalamos ropa y la liberamos (aunque sin saberlo :P)