Sueño diferente (y post número 100)

Siempre en mis sueños me vi a mí misma desde lejos o como pudiera verme alguien que estuviese cerca mío pero no de frente.
También vi escenas desde distintos ángulos y puntos de vista y a gente y lugares rodeados siempre de una densa niebla.

Pareciera que todos los sueños se llevan a cabo en Londres.
Aún en días de sol abrasador la neblina persiste, pero parece que todo el mundo está acostumbrado a ella porque nadie hace ningún comentario al respecto.

Mi voz muchas veces aparece en off, como si estuviese mirando un programa de TV y alguien hablara con una voz igual a la mía describiendo hechos, personas y lugares.

Otras veces es como ver una película de mi vida pero desde mis ojos. Igual a lo que veo en la vida real. Veo mi cuerpo pero nunca mi propia cara.
Siempre que soy protagonista al mismo tiempo soy espectadora.

Casi nunca camino, sino que la mayoría de las veces me encuentro en mi lugar y las imágenes pasan a mi lado como cuando alguien está en una escalera mecánica. A veces corro, nado o ando en distintos vehículos, pero nunca camino lento.
Muchas veces vuelo, moviendo solo los pies como quien está nadando, pero sin mover las manos.

La gente me mira pero nadie dice nada. Parece que eso es normal, aunque nunca vi a otras personas hacer lo mismo.

La gran mayoría de las veces soy la protagonista del sueño y las pocas veces que no lo soy igualmente estoy en el lugar de los hechos y tengo acceso a información relevante. Aunque no tenga porque estar en ese lugar y en ese momento, pero igualmente estoy.

Mi sueño de anoche fue diferente.
Anoche me vi a mi misma frente a frente y no en un espejo. Era como si estuviese viendo a mi hermana gemela.
La Gioconda de mi sueño hablaba con alguien que estaba frente a ella y yo estaba en medio de las dos personas, mirando de frente a mi propia imagen y dándole la espalda a la otra.
Ellas no me veían y seguían hablando como si no hubiese nadie en medio de las dos. En la habitación había otra persona sentada en un sillón que escuchaba atentamente e intervenía de vez en cuando. Era Sawyer. No se que hacía en mi sueño pero parecía preocupado. Otra persona escribía nerviosa en un viejo cuaderno mirando a cada rato una puerta como esperando que en cualquier momento se abriera y entrase alguien. La persona que escribía era Sirius Black.

La Gioconda de mi sueño hablaba muy seriamente con la persona que tenía en frente, a través de mí como si yo fuese un fantasma. Algo grave había pasado.

Estaban planeando algo.

La persona que escribía, finalmente cerró el cuaderno y salió corriendo. La persona que estaba en el sillón dijo "Listo, nos tenemos que ir" Le dio una mochila a la imagen de mí y una caja a la persona que había estado hablando conmigo. Nos dio una palmada en la espalda a cada uno. Luego se dirigió a la puerta rápidamente y antes de salir dijo "Solo tenemos 5 minutos".
Me quedé sola frente a la persona que había estado hablando conmigo, o mejor dicho con mí imagen en el sueño.
Hasta ese momento no lo había notado pero esa persona era mi padrino. Me dijo "Yo me llevo esto. Cuando llegues allá guarda lo que hay en la mochila. No nos vamos a ver por mucho tiempo pero guarda bien todo y usalo cuando llegue el momento".
Me miró fijo, me dio un abrazo y me preguntó si había entendido. Asentí con la cabeza. Se dirigió a la misma puerta por donde habían salido los anteriores. Antes de salir se dio vuelta y me dijo "Es muy importante". Luego dejó la habitación y me quede sola. Tenía algo importante que hacer y estaba nerviosa pero no tenía miedo.

Miré mi reloj y dejé la habitación. Salí corriendo detrás de mi misma, quería ver que era tan importante y donde me dirigía. Abandoné la habitación, pero ya no había nadie. Solo un cuaderno tirado en el piso.
Lo levanté y lo abrí.
Todo se volvió escuro y no pude leer nada.

Nunca antes me había visto a mi misma cara a cara.
Yo estaba igual que ahora, pero mi cara era borrosa. No como las demás...